lunes, 8 de septiembre de 2014

EL PAÍS DE LAS HADAS

Érase una vez un rey y una reina que vivían  muy tristes porque no tenían hijos. Cuando al fin tuvieron una niña organizaron un festejo en su  honor e invitaron a varias hadas que mediante encantamientos le otorgaron dones positivos. Olvidaron invitar a una y furiosa sentenció que el día de su decimoquinto cumpleaños la niña se pincharía con un huso y moriría. Una de las hadas invitadas mitigó la maldición vaticinando que se cumpliría el oráculo pero en vez de morir la niña permanecería dormida cien años
Este es el principio de uno de los cuentos de hadas más conocidos: La bella durmiente del bosque, nacido de la tradición oral como la mayoría de los cuentos infantiles. Son varias las versiones de este cuento. Las más populares son la del francés Perrault y la conocida como “Rosita de espino” de los hermanos Grim.
Las fuentes de las que bebieron sus autores conjugan lo popular y oral con lo culto y escrito. De este cuento se conocen  antecedentes indios, greco-latinos, islandeses, españoles y franceses.
La presencia de la mitología griega, aunque de forma indirecta , se aprecia en un texto francés en prosa publicado en 1528 llamado Perceforest. En él aparece una historia muy similar a la de la bella durmiente  y que sin duda sirvió como referente en la que las diosas Venus, Lucina y Temis asisten a un convite por el nacimiento de la princesa Zellandine. Lucina le concede el don de la salud, pero Temis, ofendida porque los padres de la niña olvidaron poner un cubierto para ella, la condena a morir cuando se pinche con una astilla la primera vez que hile. Sin embargo Venus atenúa la maldición cambiando la muerte por un sueño que durará hasta que la astilla sea quitada.
El tema del largo sueño encantado, central en el relato, también tiene antecedentes en la antigüedad clásica. En la leyenda de Epiménides (según la cual este se quedó dormido en una cueva durante 57 años) y en la leyenda cristiana de los Siete durmientes de Éfeso (que huyendo de la persecución de Decio se refugian en una caverna en la que se quedan dormidos durante dos siglos).
Indudablemente el más claro referente de la antigüedad clásica es el despecho de la diosa Eris ( la discordia)  que no fue invitada a las bodas de Tetis y  Peleo . Apareció en el banquete y lanzó al aire una manzana de oro con la siguiente inscripción: para la más bella. Ello provocó una seria disputa entre Afrodita, Atenea y Hera que se consideraron  las propietarias de la manzana .La disputa se resolvió con el juicio de Paris que señaló a Afrodita como la más bella a cambio del amor de Helena de Troya.
Ello marcó el destino de griegos y troyanos desencadenando la guerra de Troya.
Este motivo recurrente de los cuentos de hadas, presente en la bella durmiente, que consiste en fijar desde el nacimiento el destino de un personaje responde a la antigua mentalidad griega que consideraba que fuera cual fuera la vida de un ser humano, ésta estaba prefijada.
En el momento de su nacimiento  y después en el día de sus bodas, podían asistir varios grupos de diosas para hacer regalos y propiciar la suerte futura. Sin embargo quienes realmente decidían el futuro eran las Moiras: “ Cloto, Láquesis y Atropo” concediendo a los mortales “la posesión del bien y del mal” o “el ser felices o desgraciados”.
En la época Helenística cuando las Moiras llegaron a Roma se encontraron  allí dos deidades distintas dedicadas a cometidos semejantes a los suyos. Por una parte  Fatum ( el Hado) que tiene bajo su control el futuro de los hombres, las familias y las naciones ; por otra parte, la Parca, que pone por escrito el destino de los hombres.
Al aparecer las tres diosas griegas el Fatum se convierte en Tria Fata (origen de las hadas medievales), mientras que la Parca se multiplica también, adquiriendo cada una de las tres Parcas el nombre de la Moira correspondiente. Fata y Parcas se convierten en sinónimos
Es fácil a partir de esta explicación comprender que la palabra hada proviene etimológicamente del latín fata que  o bien se puede considerar como plural de Fatum y significa oráculo, destino , futuro, o bien proviene de la palabra fata que designaba a las tres Parcas: Encargadas del nacimiento, el matrimonio y la muerte.
 De fata  proviene hada en castellano, fata en italiano, en portugués fada, en francés fée, en alemán fee y en inglés fay, más tarde fairy. 
 Si en la literatura latina hay una obra en la que es innegable la presencia del Fatum es en La Eneida . La historia del  troyano  Eneas, que después de la destrucción de su ciudad natal, se ve obligado a viajar movido por fuerzas que desconoce hacia la tierra extraña, perdiéndose en circunstancias contra las que difícilmente puede luchar: el amor y la guerra. Y a pesar de todo, se abre camino, y finalmente cumple con su destino: la fundación del glorioso pueblo romano.
Este curso leeremos en 1º de bachillerato  las aventuras de Eneas desde que  movido por el Hado salió de Troya y llegó al Lacio, compartiremos con él su Fatum, él nos llevará por tempestuosos mares (declinaciones, verbos, sintaxis), con él bajaremos a los infiernos (exámenes, horas de estudio), quizá encontremos exaltadas pasiones como el amor de Dido por Eneas ( si en alguno se despierta la pasión por los clásicos) y llegaremos por fin a una patria tranquila ( final del bachillerato).
 Sabedores del origen de las hadas invitaremos a todas al inicio de curso para que nos sean propicias y nos regalen dones positivos: constancia, paciencia, prudencia, sabiduría.
Quizá alguna de ella, como la protagonista del video, se quedé a vivir con nosotros en el aula de clásicas. Estad atentos, quizá escuchéis  un suave batir de alas entre las aspas del ventilador o se refugie en los revueltos cajones de mi mesa. Sea  como sea la cuidaremos para que nos depare un buen curso y tenga prefijado  el éxito de todos vosotros en aquello que emprendáis.

Bienvenidos al país de las hadas.