domingo, 15 de mayo de 2011

LA MEMORIA TIENE MEJOR FAMA QUE EL OLVIDO


El Leteo era un río del que bebían las almas para olvidar su vida terrestre y poder nacer de nuevo. El nombre de este río proviene de la palabra griega lhqh(lethe, olvido) que también forma parte de la base léxica de letargo: especie de flojera que produce somnolencia y olvido de quehaceres y obligaciones.


Cuenta la mitología que el padre de los dioses tuvo amoríos con Mnemosine, la diosa de la memoria, durante nueve noches seguidas, y fruto de esa relación nacieron las nueve musas.

Antes de su relación con Zeus Mnemosine era la encargada de que los mortales recordaran solo las buenas vivencias, pero después se dedicó a pensar en Zeus olvidándose de los mortales y estos empezaron a recordar también lo malo.


Sumida en un dilatado letargo y falta de inspiración me encuentro desde hace unos días. Mnemosine, la diosa de la memoria, debe de andar ocupada en sus amores con Zeus -gozando o penando por su abandono- .


La memoria tiene mejor fama que el olvido, así lo ratifica Platón cuando dice que los perfectos no tienen necesidad de recordar ya que no han olvidado.

Sin embargo los clásicos no se ponen de acuerdo y los unos abogan por la memoria y los otros por el olvido.

Cicerón considera que ser desmemoriado es bueno porque nos hace olvidar las ofensas recibidas.

Por el contrario el rey persa Dario para no echar en olvido la ofensa que había recibido de los atenienses, hacía que un paje le repitiera al oído tres veces siempre que se sentaba a la mesa: "Señor, acordaos de los atenienses".

La memoria, pues, conduce al rencor y el olvido al perdón.


No recuerdo –tendré que hacer un tributo a Mnemosine- en qué momento de mi etapa escolar uno de mis profesores daba por bueno que no hubiéramos hecho el trabajo del día, siempre y cuando expusiéramos como excusa un relato inventado para justificar el no haber cumplido con la obligación.

Debí vaguear mucho aquel año porque , experta en contar historias, con esta entrada sobre la memoria y el olvido solo trato de justificarme por no haber recordado una fecha importante.

La destinataria de esta excusa no pedida, guardará en su memoria mi sincera disculpa y quién mejor que Roy Butty, un replicante sin recuerdos, para ayudarla a olvidar mi pequeña falta.

Una de las mejores escenas del cine para una buena estudiante de comunicación audiovisual.




Felix dies natalis, Arantxae.

¿Qué es una macedonia sin fresas? Un curso de griego de 2º de bachillerato sin tí, por ejemplo.

O un bachillerato humanístico sin griego.

2 comentarios:

funnyaran dijo...

Ooooohh que bonitooo!! A mi me vendria bien beber un poco de esa agua del Leteo... 20 años, pesan pesan .
Que gran secuencia! Menos mal que nos culturizaste mucho en cine, porque a mi me ha venido muy bien!!
Espero que vaya todo bien. Por cierto me debes cierta información^^
Nos vemos pronto. Un besooo grande!

Anónimo dijo...

Pídeme lo que quieras
de la tierra al cielo;
si me pides olvidarte
no te lo concedo.