El
pasado miércoles 12 de febrero los alumnos de 4º, 1º y 2º de
latín y griego disfrutaron de una agradable visita a la ciudad de
Valencia para conocer en el museo arqueológico de L'Almoina los
restos de la Valencia romana y el origen de la fundación de la
ciudad.
Además en el museo de prehistoria vieron la exposición
dedicada a los hallazgos encontrados en Villa Cornelius, un
yacimiento de gran importancia no solo por su indiscutible valor
arqueológico sino porque pertenece a su entorno más cercano.
Ambas
exposiciones despertaron la curiosidad y el asombro en los alumnos
pues descubrieron que el suelo que pisamos oculta siglos de historia
y que el lugar donde viven fue un importante enclave de producción
de lino en la época romana.
Algunos
lamentaron no disponer de más tiempo para ver todas las salas del
museo de prehistoria. Les supo a poco, buena señal.
Una
vez finalice la exposición temporal de Villa Cornelius todo lo
expuesto volverá al lugar donde estuvo almacenado durante todos
estos años.
Cornelius
cuya villa fue sepultada por las vías del AVE vaga como un lemur
angustiado por los silenciosos pasillos del museo de prehistoria,
todo aquello que formó parte de su esplendorosa vida quedará oculto
para siempre si nadie lo impide. Metáfora de la época actual.
O
tempora, o mores!
2 comentarios:
Servus soy, domina; así me nominó mi amo Caius, de turbia estirpe apiciana que había que remover. Tan pronto a la ira como obsequioso en el perdón. Me cambió por una yunta de bueyes blancos traídos de la Maremma etrusca; a partir de entonces dejé el río amable y sus mimbreras, dejé padres y patria pequeña en la villa del amo de mi familia, Cornelius.
Ahora yazgo entre estas piedras, con la quijada rota y asiendo en la mano una monedita de plata con la silueta de un toro sacrificial.
Para ti será, reclámala cuando la encuentren. Te escuché en el magisterio de tu oficio y no me pude levantar para hacer genuflexión de reconocimiento. No pude vocearle la nostalgia que se deslizó por las cuencas vacías de mis ojos. Impedido para el habla, a ti me dirijo en gratitud a su elocuencia balsámica. ¡Villa Cornelius está dentro de las murallas valentinas¡ ¡Y salvada de ser arrasada por un ave! -Eso sí que no lo comprendí pues en el submundo, salvo las Harpías, no he conocido ninguna-.
No solo se pisan ruinas, sino corazones, hígados, humores de un ejército enterrado cuyo infierno es el olvido de las palabras...Tú me ha despertado, y desde mi postración te impetro palabras, palabras, palabras contra las plúmbeas pisadas de los necios.
Hasta cuándo está la expo??
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