lunes, 19 de septiembre de 2011

LA NAVE DE LOS LOCOS

Ajeno al implacable sol de agosto en el monasterio de las Descalzas Reales de Madrid se encuentra un cuadro anónimo, atribuido a un discípulo del Bosco, conocido como Puerto de salvación o nave de la iglesia. Pertenece a una tradición pictórica y literaria que se remonta a la edad media y tiene una iconografía muy clara:la nave deja atrás la tierra de los pecados y dirige su proa hacia el “portus salutis”. El mar está plagado de monstruos marinos, demonios y herejes que atacan al barco y a los creyentes que pretenden refugiarse en él.

Conceptualmente opuesto, cobijado en en el Museo del Louvre se puede ver La nave de los locos del Bosco (siglos XV-XVI) . Este cuadro es una alegoría satírica, antítesis de la navis ecclesiae y emparentada con la Stultifera navis de Sebastian Brant( 1492).
Publicada en 1492, la obra de Brant relata el viaje al país de la locura(Locagonia) de 111 personajes de diferente extracción social. La stultifera navis es un barco que navega por los canales flamencos. Los locos vagan en él a la deriva, expulsados de las ciudades y distribuidos en el espacio azaroso del agua.






Esta particular nave tuvo un referente real en la centroeuropa medieval: las ciudades expulsaban a sus dementes, confiandolos a marineros o barqueros que los desplazaban por los rios de Flandes.La ausencia de un piloto virtuoso hacía que estros pasajeros nunca llegaran a buen puerto. En el siglo XVIII el romántico Theodore Gericault recoge esta tradición en la Balsa de la Medusa,los personajes están condenados a la deriva causa del mal gobierno de un timonel inmoral.




La figura del loco en el siglo XV está vinculada a un saber oscuro, es amenazador y ridículo. Esta concepción va cambiando con el tiempo, poco a poco se transforma el antiguo panorama del loco, su fluir en una barca incontrolada y se sustituye por el espacio del hospital. El loco es ya retenido entre las cosas y el mundo.Finalmente se le empieza a considerar irónicamente como un mundo de ilusiones, como una figura conocida, ya libre y menos temible.



Es con este simbolismo, no con el del loco, necio a la deriva sino con el del loco que navega contracorriente para alcanzar sus ilusiones, con el que este nuevo curso me lanzo a un nuevo proyecto: La nave de los locos, una página web que elaborarán los alumnos de 4º de la ESO y en la que colaborarán todos los alumnos del departamento de clásicas.


En estos tiempos, me parece adecuado recuperar la tradición medieval de la nave que conduce a sus pasajeros hacia un lugar mejor, real o imaginario para dar la bienvenida a los nuevos alumnos de 4º de ESO que han escogido latín, a los de 1º bachillerato que escogieron latín y griego y se ven obligados a estudiar economía y a los de 2º de bachillerato ,tripulantes de esta nave,que lejos de naufragar y ser conducida por manos inexpertas espera llevar a buen puerto a todos ellos.



¿Y tú, quieres formar parte de La nave de los locos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre miré con desconfianza la loca primavera; mi refugio fueron los jardines amenos llenos de florilegios retóricos. Los zarcillos de los manuales cubrían todos los anaqueles y su perfume incomparable embriagó hasta la evanescencia. El cursus latino, las enálages, los quiasmos me captaron la benevolencia con la salmodia de las rosas y su declinación de convólvulo. Un loco ameno, simplemente. Otra vez usted bordando entradas con primor de auri faber.

funnyaran dijo...

Siempre dispuesta a compartir mi tiempo con los demás locos!
Me alegro de que hayas vuelto al blog. Cuenta conmigo para lo que necesites :)
Besos