Darlen nos informa sobre lo que es un obelisco,su etimología y su relación con Roma.Muy bien Darlen.Respondes a todas las cuestiones.
Obelisco
Un obelisco es un monumento pétreo con forma de pilastra, de sección cuadrada, con cuatro caras trapezoidales iguales, ligeramente convergentes, rematado superiormente en una pequeña pirámide denominada piramidón. Generalmente se erigían sobre una base de piedra prismática. Los antiguos obeliscos se tallaron de un solo bloque de piedra (monolitos). La palabra obelisco deriva del griego obeliskos, que es diminutivo de obelos y significa "aguja". El primero del que se tiene noticia se data en la época de Userkaf, faraón de la dinastía V de Egipto (c. 2500 a. C.). Se desconoce como eran erigidos estos fantásticos monumentos, pues no hay ninguna documentación egipcia describiendo el método empleado.
Egipto
Los obeliscos se utilizaron de manera prominente en el antiguo Egipto. Tallados en un solo bloque de piedra, generalmente se colocaban por pares a la entrada de los templos, y sus caras tenían grabados jeroglíficos con alusiones al faraón que los mandó erigir. El piramidón solía estar recubierto de bronce u oro, metal del que los antiguos egipcios afirmaban era la "carne de los dioses".
Este monumento simboliza un rayo del Sol, la estabilidad y fuerza creadora que poseía el dios solar Ra. Los egipcios creían que los rayos del Sol llevaban hasta la tumba un gran poder vivificante que tenía algún efecto en la posterior resurrección del difunto. Durante la breve reforma religiosa de Ajenatón se consideraban como rayos petrificados de Atón, el disco solar. También se pensaba que el dios existía dentro de la estructura.
La mayoría de los obeliscos procedían de las canteras de granito de Asuán. Actualmente se conocen más de treinta obeliscos egipcios terminados y uno inacabado, en dicha cantera.
Muchos obeliscos egipcios fueron llevados a Roma, al punto que actualmente hay más obeliscos en Roma que en todo Egipto. Otros imperios de occidente también se llevaron obeliscos egipcios para erigirlos en sus capitales.
Y Napoleón que admiraba a los romanos no iba a ser menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario