Pedro Pablo Rubens (1577-1640): Nació en tierra alemana, de padres flamencos, y se trasladó a vivir a Amberes, ciudad que convirtió en su verdadera patria. Fue la gran figura del Barroco en la Europa del Norte. Las fuentes lo recuerdan como un gran humanista, un idealista clarividente, hombre reservado y honesto que despreció la actitud arrogante de los poderosos.
FORMACIÓN CLÁSICA
Rubens había recibido una formación humanística y clásica bastante completa,de niño fue instruido en la Escuela Latina de Romban Verdonck, en Amberes, donde se familiarizó con los clásicos griegos y latinos. Cuando se instaló en Amberes, en 1608, se hizo construir una lujosa mansión-taller, donde llevaba una vida metódica: se levantaba de madrugada y, pintaba durante doce horas, mientras un lector le leía en voz alta textos de Plutarco, Tito Livio o Séneca. Él mismo había diseñado esa casa, según un estilo renacentista italiano. Es significativo que hiciera grabar la siguiente inscripción para decorar el arco del jardín:
“Dejemos a los dioses el cuidado de procurarnos sus dones y de concedernos lo que más nos conviene, pues ellos quieren a los hombres más de lo que los hombres se quieren a sí mismos”; “Pidamos la salud del cuerpo y la del espíritu. Un alma fuerte que no tema a la muerte, inaccesible a la cólera y a los deseos vanos”.
Esta inscripción es reproducción libre de unos versos latinos de Juvenal, de la Sátira 10 (precisamente la sátira de la que también procede la “sentencia” mens sana in corpore sano)
Representó este arco en el cuadro “El jardín del amor”, pintado 1630.En esta época, el dramatismo turbulento de la obra anterior de Rubens se transforma en un estilo de lírica ternura inspirado en Tiziano, "redescubierto" por Rubens en las colecciones del Palacio Real durante una de sus visitas a Madrid. El Jardín del Amor es un bonito fruto de este encuentro, un tributo tan encendido a los placeres de la vida como la Bacanal de Tiziano. Pero estos personajes pertenecen al presente, no a una edad de oro del pasado, aunque son asaltados por los cupidos juguetones. Para entender el propósito del artista tenemos que recordar que "el jardín del amor", como tema, formaba parte del repertorio de la pintura nórdica desde el estilo cortesano del gótico internacional. Las primeras versiones se limitaban a presentar grupos de elegantes prejas de jóvenes enamorados en un jardín, y eran pura y simplemente escenas de género. Al combinar esta tradición con las mitologías clásicas de Tiziano, Rubens creó un reino encantado en el que se funde mito y realidad.
Rubens había recibido una formación humanística y clásica bastante completa,de niño fue instruido en la Escuela Latina de Romban Verdonck, en Amberes, donde se familiarizó con los clásicos griegos y latinos. Cuando se instaló en Amberes, en 1608, se hizo construir una lujosa mansión-taller, donde llevaba una vida metódica: se levantaba de madrugada y, pintaba durante doce horas, mientras un lector le leía en voz alta textos de Plutarco, Tito Livio o Séneca. Él mismo había diseñado esa casa, según un estilo renacentista italiano. Es significativo que hiciera grabar la siguiente inscripción para decorar el arco del jardín:
“Dejemos a los dioses el cuidado de procurarnos sus dones y de concedernos lo que más nos conviene, pues ellos quieren a los hombres más de lo que los hombres se quieren a sí mismos”; “Pidamos la salud del cuerpo y la del espíritu. Un alma fuerte que no tema a la muerte, inaccesible a la cólera y a los deseos vanos”.
Esta inscripción es reproducción libre de unos versos latinos de Juvenal, de la Sátira 10 (precisamente la sátira de la que también procede la “sentencia” mens sana in corpore sano)
Representó este arco en el cuadro “El jardín del amor”, pintado 1630.En esta época, el dramatismo turbulento de la obra anterior de Rubens se transforma en un estilo de lírica ternura inspirado en Tiziano, "redescubierto" por Rubens en las colecciones del Palacio Real durante una de sus visitas a Madrid. El Jardín del Amor es un bonito fruto de este encuentro, un tributo tan encendido a los placeres de la vida como la Bacanal de Tiziano. Pero estos personajes pertenecen al presente, no a una edad de oro del pasado, aunque son asaltados por los cupidos juguetones. Para entender el propósito del artista tenemos que recordar que "el jardín del amor", como tema, formaba parte del repertorio de la pintura nórdica desde el estilo cortesano del gótico internacional. Las primeras versiones se limitaban a presentar grupos de elegantes prejas de jóvenes enamorados en un jardín, y eran pura y simplemente escenas de género. Al combinar esta tradición con las mitologías clásicas de Tiziano, Rubens creó un reino encantado en el que se funde mito y realidad.
EL jardín del amor se encuentra actualmente en el Museo del Prado en Madrid.
1 comentario:
Venus nunca pensó en que las nuevas tecnologías la atraparan en el delicadísimo cerco de tan galante jardín.Rubens, egregio jardinero de facundo pincel; yo, admirador de este jardín, me rindo ante las manos que manejan los sutiles hilos del amor. UN SALUDO AL PARNASO
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