miércoles, 23 de marzo de 2011

LADÓN, EL DRAGÓN DE PEDRALBES

Cuenta la mitología griega que Atlas tuvo tres hijas, las Hespérides: Egle, Eritia y Aretusa. Las tres vivían en la tierra más occidental del mundo, un paraíso terrenal donde el clima era benigno y donde los árboles producían manzanas de oro. La diosa Gea (la Madre Tierra) había hecho brotar estos frutos como regalo de bodas para los reyes de los dioses, Zeus y Hera.

Las Hespérides cultivaban el Jardín, pero éste era custodiado por Ladón, un fiero dragón que arrojaba fuego por sus cien cabezas.

Hércules, también llamado Heracles, el héroe más grande de la Antigüedad, recibió la misión de realizar doce tareas consideradas muy difíciles o imposibles, los "Doce trabajos de Hércules". El trabajo número once consistió en robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides.

Hércules encontró a Atlas sosteniendo el cielo al borde del Océano, en las montañas que hoy llamamos el Atlas (Marruecos). Puesto que el dragón del Jardín de las Hespérides conocía a Atlas, Hércules lo convenció para quedarse él en su lugar sosteniendo el cielo, mientras el gigante iba a las islas y robaba las manzanas. Atlas fue al Jardín, en el que pudo entrar ya que el dragón lo reconoció; mató al monstruo, robó las manzanas de oro, y regresó donde estaba Hércules. Atlas, cansado de sostener el cielo, pretendió dejar a Hércules en esa posición, pero el héroe logró engañarlo, pasarle la carga de nuevo, y huir con las manzanas.

Este mito descrito por Apolodoro de Rodas, Hesíodo y Diodoro Sículo fue plasmado por Gaudí en arquitectura simbólica en honor de las aficiones de don Eusebio Güell, quien encargó al arquitecto que convirtiera la llamada finca Güell en el mitológico jardín de las Hespérides vigilado por el dragón Ladón.

En la puerta de la finca Güell, en la avenida de la Victoria, hay una reja labrada en hierro de forja que representa un gigantesco dragón de más de cinco metros de envergadura

Los naranjos, que hechos de piedra artificial o de antimonio, adornan la puerta del jardín de Güell demuestran que el dragón que está junto a ellos es el que Hércules venció antes de llevarse los dorados frutos.

Aunque la versión clásica habla de manzanas de oro no hay duda que el referente clásico es la historia del jardín de las Hesperides, pues con la finca Güell Don Eusebio quiso rendir homenaje s su suegro, el marqués de Comillas, y para ello contó con la colaboración de mosén Jacinto Verdaguer quien dedicó al marqués un poema épico “La Atlántida” en el que relató que Hércules robó a las Hespérides naranjas y la rama cimera del árbol cuya custodia los dioses les habían encargado.

Según Verdaguer, Hércules trajo a España esa rama y la plantó en un lugar donde creció un nuevo jardín junto a olmos, chopos y sauces, árboles en que fueron convertidos las Hespérides por castigo de los dioses y que pueden verse en el jardín de la finca Güell. En cuanto a Ladón fue proyectado al firmamento y se convirtió en la constelación celeste del Dragón o la serpiente, en la que las estrellas dibujan una forma muy parecida al cuerpo metálico del Ladón de Pedralbes.

La imagen del dragón, asociada a la salamandra y la serpiente, es una constante en la obra de Gaudí. Según el arquitecto Juan Bassegoda Nonell “Los dragones de Gaudí están extraídos de la mitología y de la historia, y reflejan las ideas del conde de Güell sobre la Renaixença: catalanismo, mitología y religión

Así en el Park Güell , la salmandra multicolor que domina la escalinata de acceso a la sala hipóstila no es otra que la serpiente pitón del templo del oráculo de Delfos que, según la mitología griega, cayó muerta a manos de Apolo, quien posteriormente la enterró en el sótano del templo y acabó convirtiéndose en protectora de las aguas subterráneas

En la Barcelona de Gaudí hay dragones alados, de grandes fauces y lengua temible. Otros presentan expresión menos amenazadora, carecen de patas y alas y su cuerpo evoca la sinuosidad de la serpiente o el nerviosismo de la lagartija. Aparecen en lugares insospechados, bajo aleros, cornisas y balcones, en dinteles de puertas, camuflados en lámparas, picaportes. Así son los dragones que habitan en Barcelona, ya se trate de representaciones en piedra, forja, madera, azulejo, mosaico o trencadís.

El próximo viernes los alumnos de 1º de bachillerato científico y 1º de bachillerato humanístico- social junto a los de 2º de bachillerato humanístico, en una excursión organizada por el departamento de Historia tendrán la posibilidad de comprobar in situ la presencia de la mitología en la arquitectura de Gaudí.

La aportación del departamento de Cultura clásica al excelente trabajo elaborado por los compañeros de historia para guiar a los alumnos a través de la geografía, el arte y la historia de Barcelona ha sido un breve recorrido por los referentes clásicos en la obra del famoso arquitecto.

De la mano de Mercurio los alumnos aprenderán la simbología de la tortuga. En la Pedrera , el gigante Argos (guardian de cien ojos) les relatará –imponente- las aventuras de Zeus y Io, convertida en ternera. De dragón en dragón, el trencadís del Park Gúell los llevará a Delfos y al santuario de Apolo y buscarán en el banco ondulante las inquietantes medusas.

Les propongo juego: que abran los ojos, estén bien atentos y sigan las pistas , seguro que encuentran más de un referente.

Esta es la excusa perfecta para hacer comprender , a aquellos que ofrecen más resistencia, un pensamiento clásico del que Gaudí fue partícipe:

“El ser humano no está hecho de compartimentos estancos, y se debe unir arte, ciencia y filosofía “ .

















2 comentarios:

funnyaran dijo...

Cuántas cosas que no sabemos. Menos mal que estás tu para enseñarnoslo, porque las pequeñas cosas que tenemos delante no las sabemos ver.
Marisa, nuestro proyecto va viento en popa! El primero en responder el cuestionario ha sido... ( redoble de tambores)... Marc !! jaja he buscado a gente de otras promociones también, más antiguas.

Qe bien montado lo tienen los bachillers... a Barcelona... nosotros fuimos al IVAM jajaj eso no valee, envidia sana de cultura.

Un besooo

Anónimo dijo...

La excursión estuvo muy bien, y como nosotras ya sabiamos cosas pues aun nos hacia más ilusión. El juego fue muy entretenido y divertido.


nati